Durante muchos años y hasta el día de hoy, el vino ha acompañado y armonizado las celebraciones, eventos y reuniones sociales. Y no solo es un trago de ocasiones especiales, también ha tenido un auge en el arte de catar. Cuenta con propiedades únicas que se deben aprovechar al máximo para un disfrute total. Entre ellos, el sabor, los aromas y la temperatura para tomar vino tinto.
Explorar el mundo del vino es una destreza interesante, y abrir las puertas a esta bebida puede convertirse en una de las mejores experiencias para las personas. Con buenas técnicas y conocimientos, se puede llegar a crear un nuevo estilo de vida y a su vez, permitir que se desarrollen nuevos talentos alrededor del trago. Porque el vino está hecho para disfrutarse y gozarse al máximo.
El vino a través de los sentidos
Como se ha mencionado anteriormente, el mundo del vino es muy amplio y existen algunas recomendaciones importantes a tener en cuenta para apreciar las propiedades organolépticas de la bebida.
Por ejemplo, ¿qué tal cerrar los ojos y poder distinguir los aromas y sabores característicos del vino?, o ¿lograr contemplar y percibir la textura total de la bebida?
Existen un sin fin de razones para elegir el vino como el trago favorito para disfrutar cenas, fiestas e incluso solos. Estar al tanto de aspectos como la copa, el tipo de vino y la forma en que se bebe son indispensables para disfrutarlo.
Con todo esto y para tener la mejor experiencia, surgen algunos cuestionamientos alrededor de este mundo: ¿cuál es la copa ideal para cada bebida? O ¿cuál es la temperatura para tomar vino tinto?
Antes de responder estas preguntas, disfrutemos y viajemos por los 5 sentidos a través del vino.
- Vista: todo inicia cuando descorchamos una botella de vino, agarramos la copa y servimos la bebida. En esta oportunidad, el primer sentido que se activa es la vista. En ella analizamos su color, brillo, textura, limpidez y lágrima.
Para muchos, estos conceptos son muy conocidos pero para otros no. Por ejemplo, para observar la lágrima, debemos agitar la copa, de ahí se forma un goteo en el vidrio y de esta manera podemos examinar el grado de alcohol y la densidad.
- Olfato: después de observar la bebida, pasamos a la fase olfativa. Se considera uno de los sentidos más importantes en el arte de catar. En ella se descubren los aromas característicos que se pueden encontrar en cualquier tipo de vino. Se distinguen los aromas primarios, que son más livianos y sutiles. Y después los secundarios y terciarios que son más complejos y resultan ser los más duraderos.
- Gusto: en esta fase, el vino llega a la boca. Se recomienda distribuirlo por todos los lados para lograr así reconocer cada sabor de la bebida.
Normalmente las papilas gustativas perciben los cuatro sabores básicos, con mayor o menor medida: el dulce, ácido, amargo y salado.
- Oído: realmente es el sentido que menos información da a la hora de catar el vino. Pero se vuelve experiencial cuando se descorcha la botella, se sirve el trago en la copa, y más aún, cuando chocamos las copas para brindar.
- Tacto: en esta oportunidad la experiencia se vive a través de las manos e incluso de la lengua. En esta fase se descubren elementos como fluidez, suavidad, sensación y temperatura.
De allí radica la importancia de conocer la temperatura para tomar vino tinto, depende de ello, el momento del disfrute será placentero o no. Porque si la bebida se sirve mal, los sabores y aromas pueden tener alteraciones.
La importancia de las copas de vino
El viaje por los sentidos no sería igual si no se cuenta con las copas apropiadas. Y este es otro de los factores que influyen en la buena o mala experiencia con la bebida.
Las copas de vino se diferencian por su cuerpo, boca y tamaño.
- Copas estilo flauta: se usan especialmente para los vinos espumosos o champaña. Su cáliz es alargado, angosto y como su nombre lo indica, tiene diseño de flauta. Su función es potenciar las burbujas y sus aromas.
- Copas para vino blanco y rosado: se distinguen por su cuerpo en forma de u y más angosto que la de los tintos. Su principal objetivo es mantener la temperatura fresca.
- Copas para vino tinto: se diferencian de las demás por su tamaño; se destacan por ser grandes y con cuerpo abombado. Está diseñada para sumergir la nariz perfectamente a la hora de la cata y a su vez, es fundamental para oxigenar adecuadamente las bebidas con mucho cuerpo.
Temperatura ideal según el tipo de vino
Para concluir, y como se mencionó anteriormente, otro de los elementos fundamentales para llevar una excelente relación con los vinos es su temperatura. Cada uno de ellos cuenta con la suya.
Esto es muy importante tenerlo en cuenta porque de esta manera se aprovecha al máximo las cualidades y propiedades que distinguen a cada bebida. De lo contrario sus principales características se podrán alterar de alguna u otra manera.
¿Cuál es la temperatura para tomar vino tinto?
Estar al tanto de la temperatura para tomar vino tinto es importante porque de esta manera se aprovechará al máximo sus sabores y aromas.
Si por ejemplo el vino sobrepasa los 20 grados, el trago será muy pesado para el paladar de la persona, porque se potencia el sabor alcohólico. Y si está a menos de 14 grados, será muy complicado percibir sus propiedades.
La temperatura más recomendada para los tintos es de 14 a 18 grados. Todo depende del cuerpo del trago. Entre más cuerpo más caliente y menos cuerpo más frío. Por ejemplo, un Cabernet Sauvignon se sirve a 18°C, mientras que un Malbec a 16°C y los Pinot Noir a 14°C aproximadamente.
Y como en todo, algunos consejos para conservar los vinos tintos son:
- Al momento de abrir la botella, esperar 40 minutos para dejar que se oxigene la bebida.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura
- Una excelente recomendación es guardar la botella de forma horizontal para que el corcho se mantenga húmedo y ayude a la preservación del trago.
- No guardar los tintos en la nevera, lo mejor es mantenerlos en un lugar fresco y oscuro.
De acuerdo con la información anterior, la temperatura para tomar vino tinto sí importa y mucho. Poner atención a estos detalles es esencial para disfrutar los verdaderos matices y características de un buen vino tinto.
¿Cuál es la temperatura ideal de los otros vinos?
Los vinos blancos, rosados y espumosos se toman fríos, pero no helados. Porque de esta manera se pierden los aromas y al final de cuentas la experiencia con la bebida termina siendo mala.
Los espumosos son los vinos que se sirven más fríos. Lo más recomendado es entre 6°C a 8°C. Esto con el objetivo de resaltar el frescor de las burbujas y al mismo tiempo su dulzor.
Por otro lado, para que los vinos rosados y blancos expresen sus aromas y sabores adecuadamente es esencial una temperatura entre los 8°C a los 12°C grados. Si se bebe muy frío será muy difícil disfrutar las propiedades de la bebida en su totalidad.
Por último, algunas recomendaciones para mantener la temperatura de este tipo de vinos es contar con una vinoteca, con ella será más fácil controlar el calor o el frío ideal.
Sin embargo, si no se cuenta con ella, es fundamental evitar la exposición a la luz, estar al tanto de los tiempos de conservación, aislar de olores fuertes y almacenarlos en forma horizontal.
En definitiva, cuando se tienen en cuenta las copas y la temperatura para tomar vino tinto y demás; la experiencia será magnífica.
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